blog" /> Desde el otro lado
domingo, abril 29, 2007,04:58
La aprobación de los demás
En la última semana algunas entradas de mi blog han llevado a algunas personas a realizar juicios (a favor o en contra) sobre ellas. Aunque uno siempre tuvo la ilusión de ser millonario, de vender miles de ejemplares de sus libros... creo que nunca me planteé que alguien pudiera "debatir" sobre lo que yo escribo.
Escribo. Y lo hago porque me gusta, porque me apetece, porque lo necesito, porque lo necesitan... escribo sin más. Habrá a mucha, muchísima gente a la que no le guste, gente que se canse al primer párrafo de mis palabras; pero también habrá gente (tal vez muchísima gente) a la que le apetezca leer todas y cada una de mis palabras.
Sea como sea yo seguiré escribiendo si mi mente da de sí. Seguiré llenando los huecos vacíos que se forman en mi cabeza, seguiré plasmando tecla a tecla todo lo que se me ocurra. Y espero que el tiempo me ponga en mi sitio y si nada vale de lo que hago espero que todo se pierda en el olvido, como lágrimas en la lluvia o como polvo en el viento.


Era un hombre bajito, no llegaría al metro sesenta. No sabría decir muy bien su edad: aparentaba estar casi en la quinta década de su vida, pero probablemente no tuviera más de treinta y ocho años.

Antonio escuché que se llamaba. Llevaba camisa a cuadros azul oscuro y blanco grisáceo, la llevaba metida por dentro de unos pantalones vaqueros oscuros destrozados por el caminar de sus zapatillas de deporte que tal vez hacía diez años le compró su madre para hacer deporte.

No comprendía las reglas del mundo: las colas, quién va antes, quién va después. Y ello le hacía parecer un niño o un deficiente mental. Dependía de quien le mirara.

Hablaba con frases cortas, a grandes voces, con gestos de enfado propios de un niño de cinco años. Alguien que no le conociera le hubiera echado sin miramientos de su local. Pero él no. Por lo que pude deducir habían sido vecinos del mismo pueblo hace tiempo. Tal vez Antonio fuera el que compraba las bebidas a los chicos del pueblo cuando estos aún no tenían ni dieciséis años. O tal vez sus familias eran amigas y de tanto escuchar a su madre acabó aceptándole y cogiéndole cariño. Hubiera sido como hubiera sido, sin esa filiación anterior no se explicaba que con esas voces no le echara de allí.

Robó un frasco de colonia que había en algún sitio. Se lo pasó por su poco pelo una y otra vez, después por las manos, la barba, las orejas, la nuca y otra vez por todo el pelo que le quedaba. Vacío completamente el frasco de colonia. Apestaba a colonia. Se aferraba a ella como si fuera la última vez que se iba a poner colonia, como si esa colonia le debiera durar todo el resto de su vida.

Lo último que escuché antes de irme fue que hacía mes y medio -cuarenta y ocho días, especificó- que Antonio no iba al pueblo. Se sentía solo y abatido y al escuchar que desde Nochebuena su compañero no iba al pueblo no pudo sino sofocar un grito. Marchó diciendo adiós a todos, proponiendo citas a las mujeres que entre risa y risa le seguían el juego como al niño que venía a pedirles caramelos. «Adiós Antonio, adiós». Y al marchar las risas, «menudo personaje», «qué se le va a hacer», «ojalá no venga».

Y Antonio marchó feliz y él mismo entre las calles. Se hacía tarde, su hermana le había dicho que su madre venía hoy a la ciudad. Quizá hoy querría verle, debía estar guapo para la ocasión. Hacía meses que no veía a su madre. Desde aquel día.

(José Luis Merino, Antonio)

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Escrito por bydiox
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11 Comentarios:


  • Escrito a las 29/4/07 05:33, Blogger Astrid

    Que agradable saberte cerca, desde lo lejos, mucho muy lejos que me encuentro...
    Ha sido una delicia enredarme entre tus letras, gracias por compartirlas y acompañsr esta soledad.

    Un beso y dos.

     
  • Escrito a las 29/4/07 12:00, Blogger Zoe

    No se a que viene el comienzo de tu post, porque acabo de aterrizar aquí de casualidad, pero como de casualidades se rigen grandes cosas en la vida me daré una vuelta...

    Casi pude sentir esa infantilidad enferma de Antonio. Seguiremos por aquí.

    Un saludo.

     
  • Escrito a las 29/4/07 15:47, Blogger querida_enemiga

    Siempre estamos expuestos al juicio de los demás, y esa es una losa que algunos llevan mejor que otros. Yo personalmente, lo llevo mal, porque si una persona es insegura, siempre cree que el juicio va a ser negativo.

    En tu caso creo que no deberías preocuparte, veo que encajas las críticas con muy buen temple.

     
  • Escrito a las 29/4/07 20:46, Anonymous Anónimo

    asi se dice vale si no les apetece como escribis vale que se vayan al cuerdo pura envidia saludin saludin un besillo

     
  • Escrito a las 29/4/07 22:07, Anonymous Anónimo

    Entre la soledad nace los escritos es una fantástica visión a lo real imaginario bye

     
  • Escrito a las 29/4/07 23:33, Blogger bydiox

    astrid: Me encanta que te gusten y que te enredes entre mis letras.

    m: Pues sobre todo viene a los comentarios de la entrada 'Mi novia mi pez' (aunque en otras entradas también).
    Paséate el tiempo que quieras por aquí. Como si estuvieras en tu casa.
    Y me alegro que mi mini-relato te haya parecido tan real.

    querida_enemiga: Pues en realidad no lo llevo tan bien como crees, aunque en ciertas cosas (forzosamente) sí.

    lilay: :P

    nuria: No sé quién eres ni cómo has llegado aquí, pero invitada estás a quedarte por estos lares.

     
  • Escrito a las 30/4/07 01:27, Blogger SiervaDelMesías.

    Hola bydiox llegando tardecita es que soy bien peruana ;)

    Entre las que sale las cosas imaginarias y las que vives y sale imágenes donde lo irreal con lo real mezclan fluye, cosas mágicas en los demás, si no no es nada aquello lo dijo un profesor de literatura de un poeta a otro poeta un gusto leerte eres muy ordenado en las palabras. Yo lo Llamo estética de las palabras. chau........uuu

     
  • Escrito a las 30/4/07 04:16, Blogger cieloazzul

    Una historia llena de realidad...
    un beso..:)

     
  • Escrito a las 1/5/07 03:52, Anonymous Anónimo

    en tu escrito veo sentimiento algo que nace de ti eso me agrada de un escritor o escritora bye

     
  • Escrito a las 1/5/07 08:44, Blogger Astrid

    sigo buscandote... pero no estabas hoy... volvere-

     
  • Escrito a las 5/5/07 10:21, Blogger Missing

    Pues yo creo que si de un desafortunado comentario anónimo salió algo tan hermoso y profundo como las palabras de Sisifo hacia ti y tus escritos mereció la pena, es lo más bonito (a la par que acertado) que se le puede decir a alguien, vamos, el mejor piropo que he escuchado jamás. Afortunado tú por recibirlo.
    Besazo..